Segundo día - 20/06/2019
Me encontraba bastante inquieto porque tenía la sensación de que algo pasaría como que llegaría tarde el tren, pero se me paso al rato ya que pensé en lo que yo estaba contribuyendo, y cómo ayudar a los demás te hacía sentir útil, eso me subió el animó durante el trayecto.
Al llegar hoy, por fin encontré una bata de mi talla y fui a otra planta distinta que los otros días. Nos dijeron que hoy haríamos una actividad con perros, algo con lo que ya estaba algo familiarizado ya que mi madre, que trabaja en un campo similar, me explicó como funcionaba y claro, también me interesó porque me gustan los perros.
Esta planta tenía varios pisos y era bastante grande, además algo que me llamó la atención fue que las puertas a las salas se tenían que abrir y cerrar con llave, al parecer esta planta era bastante cerrada y los abuelos de allí tenían algunas más dificultades. En fin, recogimos a los que tenían que hacer la actividad y los llevamos a una habitación. Los abuelos se veían ilusionados al ver entrar los perros , que venían acompañados por su cuidadora. Se realizaron actividades con números, en los que colaboraban ambos, persona y animal. La verdad es que la actividad fue bastante chula.
La actividad se volvió a repetir pero con otro grupo distinto, y antes de eso acompañamos de vuelta a los abuelos a sus plantas. Algo vergonzoso que me pasó fue que no encontraba a los demás trabajadores y al resto del grupo así que estaba solo y me agobié un poco, pero resulta que habían vuelto a la habitación donde volvimos a hacer las mismas actividades.
En resumen creo que este día fue bastante especial y aprendí sobre este tipo de actividades con perros y cómo ayudan a la gente.
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